¿Cómo afecta el cloro al policarbonato? Claves para su Cuidado y Mantenimiento

Las cubiertas para piscinas son una inversión en confort, pero su principal enemigo químico, el cloro, requiere atención. Aprende a protegerlas.

Última edición: 31 de julio de 2025

Las cubiertas para piscinas se han convertido en un elemento casi indispensable para quienes desean disfrutar de un baño durante todo el año. Entre los materiales más populares para estos cerramientos, el policarbonato destaca por su increíble resistencia y estética. Sin embargo, surge una duda fundamental para cualquier propietario: si mi piscina utiliza cloro para su desinfección, ¿estoy dañando la cubierta?

La respuesta es compleja. En este artículo, te explicamos en detalle cómo afecta el cloro al policarbonato y, lo más importante, cómo puedes proteger tu inversión para que luzca perfecta durante años.

¿Qué es el policarbonato y por qué es tan popular en piscinas?

Antes de analizar su relación con el cloro, es crucial entender por qué el policarbonato es el material estrella para los cerramientos de piscinas. El policarbonato es un termoplástico de ingeniería que ofrece una combinación única de propiedades:

  • Resistencia al impacto casi irrompible: Es hasta 250 veces más resistente que el vidrio y 30 veces más que el acrílico. Esto lo hace extremadamente seguro frente a golpes, granizo o caídas accidentales.
  • Alta transparencia: Las placas de policarbonato compacto ofrecen una claridad óptica similar a la del cristal, permitiendo el paso de la luz natural y manteniendo una visión nítida del exterior.
  • Ligereza: A pesar de su robustez, es un material muy ligero, lo que facilita enormemente su instalación y la creación de estructuras móviles o retráctiles.
  • Protección UV: La mayoría de las placas de policarbonato para exteriores vienen con una capa de protección contra los rayos ultravioleta. Esto no solo protege a los bañistas, sino que también previene que el propio material se degrade y amarillee por la exposición solar.
  • Aislamiento térmico: Especialmente en su versión alveolar (con celdas internas), el policarbonato ayuda a mantener la temperatura del agua, reduciendo la pérdida de calor y, por tanto, los costes de climatización.

Estas características lo convierten en la opción ideal, pero su naturaleza química lo hace vulnerable a ciertos compuestos, y el cloro encabeza esa lista.

Entonces, ¿cómo afecta el cloro al policarbonato?

Aquí llegamos al núcleo de la cuestión. El cloro, en su forma de hipoclorito de sodio o en otras variantes utilizadas para tratar el agua de las piscinas, es un potente agente oxidante. Cuando entra en contacto prolongado o en altas concentraciones con la superficie del policarbonato, desencadena una reacción química que degrada el polímero.

Los efectos de esta exposición no son inmediatos, sino que se manifiestan con el tiempo de las siguientes maneras:

  1. Pérdida de brillo y transparencia: Es el primer síntoma visible. La superficie lisa y brillante de la placa comienza a volverse opaca. La agresión química crea una microporosidad que dispersa la luz en lugar de dejarla pasar, resultando en un aspecto blanquecino o lechoso.
  2. Amarilleamiento: Aunque las placas tienen protección UV, la agresión química del cloro puede acelerar la degradación del polímero, provocando que adquiera un tono amarillento o parduzco, restando estética al cerramiento.
  3. Aumento de la fragilidad y microfisuras (Crazing): Este es el daño más grave. El ataque químico debilita las cadenas poliméricas que dan al material su famosa resistencia. Con el tiempo, el policarbonato se vuelve más frágil y pueden aparecer pequeñas grietas superficiales, conocidas como "crazing". Estas fisuras no solo son un problema estético, sino que comprometen la integridad estructural de la placa a largo plazo.

El vapor de cloro que se evapora constantemente del agua de la piscina también contribuye a este deterioro, aunque de forma más lenta que un derrame directo.

Persona limpiando una cubierta de policarbonato de una piscina con una manguera.

Mantenimiento de cubiertas de policarbonato: la clave es la prevención

Sabiendo que el cloro es perjudicial, la estrategia debe centrarse en un correcto mantenimiento de las cubiertas de policarbonato. La limpieza regular no solo es una cuestión de higiene, sino el principal método de defensa contra los agentes químicos.

Limpieza segura paso a paso:

  1. Enjuague inicial: Antes de tocar la superficie, utiliza una manguera con agua a baja presión para eliminar el polvo, hojas y otros residuos sueltos. Esto evita rayar el material durante la limpieza.
  2. Solución de limpieza suave: Mezcla en un cubo agua tibia con un jabón neutro o un detergente suave (como el que usas para lavar los platos).
  3. Aplicación: Usa un paño de microfibra, una esponja suave o un cepillo de cerdas muy blandas. Empápalo en la solución jabonosa y limpia las placas con suavidad, sin ejercer demasiada presión.
  4. Enjuague final: Aclara toda la superficie con abundante agua limpia para asegurarte de que no queden restos de jabón.
  5. Secado (Opcional pero recomendado): Para evitar marcas de agua, puedes secar las placas con una gamuza o un paño de microfibra limpio y seco.

¡Atención! Productos que NUNCA debes usar para limpiar policarbonato:

  • Limpiadores abrasivos o en polvo.
  • Estropajos, cepillos de cerdas duras o cuchillas.
  • Disolventes como acetona, benceno, gasolina o tetracloruro de carbono.
  • Limpiacristales que contengan amoníaco o alcohol.
  • Cualquier producto de limpieza alcalino o ácido fuerte.

El uso de estos productos causará un daño inmediato e irreversible, mucho más rápido que la exposición al cloro.

¿Puedo instalar policarbonato en mi piscina de forma segura?

Absolutamente sí. Millones de piscinas en todo el mundo utilizan policarbonato en piscinas con excelentes resultados. El secreto está en el diseño de la instalación y en los cuidados posteriores.

  • Evita el contacto directo: El diseño de la cubierta debe asegurar que las placas no estén en contacto permanente con el agua clorada.
  • Buena ventilación: Un cerramiento bien ventilado evita la acumulación de altas concentraciones de vapor de cloro, reduciendo la exposición química.
  • Mantenimiento preventivo: Sigue estos pasos de limpieza de forma periódica, especialmente después de tratamientos de choque con cloro o en épocas de mucho uso.

En resumen, aunque el policarbonato es un material excepcionalmente resistente y duradero, no es invencible. El cloro es su enemigo químico, pero una batalla que se puede ganar fácilmente con el conocimiento y las herramientas adecuadas. Una rutina de limpieza suave y regular es la mejor garantía para que tu cubierta de piscina se mantenga transparente, brillante y funcional, permitiéndote disfrutar de un oasis en casa durante los 365 días del año.

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Preguntas Frecuentes

No, el daño es progresivo. Ocurre por la exposición prolongada al cloro, ya sea por contacto directo con el agua o por los vapores. Un derrame puntual no suele ser un problema si se limpia rápidamente.

Lo más seguro y eficaz es una mezcla de agua tibia y jabón neutro. También existen limpiadores específicos para policarbonato que no contienen alcohol, amoníaco ni disolventes.

Generalmente, el daño químico como el amarilleamiento o las microfisuras (crazing) es irreversible. Por eso, la prevención mediante una limpieza adecuada y evitando el contacto directo es fundamental.

No, son dos protecciones diferentes. La capa UV está diseñada para filtrar la radiación solar y evitar que el material se degrade por el sol. No ofrece protección contra el ataque de agentes químicos como el cloro.

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